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| Lo vi por TV, U vs Cristal, 0-2 y nada más. |
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| Curioso cartel, taller de periodismo deportivo... deficiente, sin duda. |
La palabrita clave es intenso o dividido, también puede ser luchado, peleado? si, peleado con el fútbol. Cualquier cosa que se les pueda ocurrir a los que venden nuestro torneo nacional. Algo hay que decir para disimular la mediocridad y limitaciones de nuestro deporte favorito, que es fiel reflejo del país y de la sociedad.
A lo mejor no hay mala intención, puede ser que aquéllos que transmiten y comentan los partidos del fútbol peruano, se dejan llevar por el fervor que baja desde las tribunas de un estadio, que en uno de los escasos partidos que lucen con público, buscan lo que no existe: fútbol de calidad.
Claro, eso para no pensar mal de Daniel Peredo o Titín Drago, hasta que aparece el exagerado de siempre: Pedro García, aquél de las pretendidas preguntas épicas, el que hace la pausa, toma aire y dispara alguna estupidez... el lindo partido que estamos viendo, de nivel internacional, dice, y entonces decidí poner ´mute´ para no oír el bullicioso entorno que sale de la caja boba, y de paso, a los ´profesionales´ que pretenden asegurar la sintonía de las próximas fechas.
Es entonces cuando, otra vez, la verdad me es revelada: imprecisiones, pelotazos, carencia técnica, poca claridad para el gol, manotazos, alguna patada artera y por ahí, si acaso, alguna jugada bien hilvanada que termina casi siempre en una definición deshilachada. En síntesis, poco fútbol, un par de jugadas, un par de goles y nada más. Es lo que acostumbra ofrecer semana a semana nuestro alicaído fútbol. Es cierto, la tribuna contagia, te hace creer que estás viendo un partido vibrante, emocionante, de pronto, te das cuenta que solamente está lleno de buenas intenciones de los que están en el campo, buenas intenciones, que se estrellan contra la realidad de sus limitaciones.
Pero en todo lo que se ve mal, siempre habrá algo bueno, jóvenes futbolistas con condiciones, con ese talento natural que tiene el jugador peruano, jóvenes que tienen que superar por si solos las carencias formativas de nuestro deporte en general, y cuya única esperanza de evolución es jugar en el exterior.
Urge que salgan ya, Polo, el mismo Ampuero, ojalá Yotún también, porque si por desgracia se llegan a ´quedar´, terminarán como muchos treintones convocados a la selección para seguir intentando cada 4 años, casi seguro inútilmente, ir a una Copa del Mundo. Y aún saliendo al exterior, tendrán que luchar con otra carencia, la debilidad anímica del futbolista nacional, forjada en el tiempo por el entorno y los resultados negativos de siempre. No todos serán ´Guerreros´, lamentablemente.
Es entonces cuando, otra vez, la verdad me es revelada: imprecisiones, pelotazos, carencia técnica, poca claridad para el gol, manotazos, alguna patada artera y por ahí, si acaso, alguna jugada bien hilvanada que termina casi siempre en una definición deshilachada. En síntesis, poco fútbol, un par de jugadas, un par de goles y nada más. Es lo que acostumbra ofrecer semana a semana nuestro alicaído fútbol. Es cierto, la tribuna contagia, te hace creer que estás viendo un partido vibrante, emocionante, de pronto, te das cuenta que solamente está lleno de buenas intenciones de los que están en el campo, buenas intenciones, que se estrellan contra la realidad de sus limitaciones.
Pero en todo lo que se ve mal, siempre habrá algo bueno, jóvenes futbolistas con condiciones, con ese talento natural que tiene el jugador peruano, jóvenes que tienen que superar por si solos las carencias formativas de nuestro deporte en general, y cuya única esperanza de evolución es jugar en el exterior.
Urge que salgan ya, Polo, el mismo Ampuero, ojalá Yotún también, porque si por desgracia se llegan a ´quedar´, terminarán como muchos treintones convocados a la selección para seguir intentando cada 4 años, casi seguro inútilmente, ir a una Copa del Mundo. Y aún saliendo al exterior, tendrán que luchar con otra carencia, la debilidad anímica del futbolista nacional, forjada en el tiempo por el entorno y los resultados negativos de siempre. No todos serán ´Guerreros´, lamentablemente.
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