FC BARCELONA: Doctrina y Filosofía

El FC Barcelona no es cualquier club de fútbol, es mucho más que eso. Es un modelo de lo que podría ser una sociedad casi perfecta en su funcionamiento y equilibrio, donde los derechos e igualdad de sus integrantes son parte "no negociable" de su doctrina.

Con una historia que tuvo connotaciones políticas en la década del '40, que convirtió al club en opositor natural del franquismo y abanderado de las aspiraciones de independencia del pueblo catalán, el FC Barcelona ha desarrollado una doctrina cuya filosofía principal es el fútbol bien jugado, de toque y además limpio, que aporta solo cosas positivas al espectáculo.

Y que espectáculo!, el Inter italiano, con su estratega Mourinho puede dar fe de ello... y no son los únicos.

Hoy más que nunca, con jugadores de sus canteras y que han sido formados bajo esa doctrina, el equipo catalán demuestra en el campo que se respetan ellos mismos, al aficionado y al rival.

En que momento de su historia el FC Barcelona definió lo que sería su imagen como institución? es difícil precisarlo, pero creo que una clave, fue la conversión de La Masía a residencia permanente para jóvenes (1979), que lejos de sus familias, son formados deportiva e INTELECTUALMENTE en las divisiones menores de este gran club.

La Masía representa y resume la mentalidad de quiénes dirigen y dirigieron al Barcelona. El fútbol base debe ser eso mismo, LA BASE de cualquier planificación de desarrollo, lo demás, como la adquisicion de figuras internacionales, son complementarias para alcanzar objetivos deportivos.

No todos pueden, ni tienen que hacer lo mismo en España o el resto del mundo, la diversidad de estilos y conceptos futbolísticos son parte esencial de este deporte, pero el sentido común y el FC Barcelona nos muestran el camino.

Las interpretaciones de cada país y sus clubes profesionales, ya depende de sus dirigentes. No sólo se trata de poner a correr en una cancha a chiquillos con condiciones naturales para el fútbol, o de perfeccionar sus cualidades técnicas y disciplina táctica, no!, todo eso es importante y ya muchos clubes trabajan esos aspectos e incluso otros, que se asemejan a lo que el club catalán entiende como futbolista profesional.

Parece ser, que dónde el FC Barcelona ha marcado la diferencia, es en lo que enseña fuera del campo...

VAN PASANDO LOS DIAS... Y?

... dicen los hinchas cremas que quieren colaborar, pero el silencio y la indiferencia estan ganando una vez más? o las investigaciones son reservadas?, debería ser lo segundo... debería.

Si la muerte de María de Paola Vargas termina siendo una más, alguien tomará justicia con sus propias manos... si! alguien que no esté muy bien de la cabeza, pero que encontrará justificación en esa "indiferencia".

Esperen y verán...

CRIMEN Y CASTIGO O BUENA CONDUCTA Y RECOMPENSA...

El último par de semanas no tuve muchas ganas de escribir de otra cosa, que no sea lo sucedido a María Paola Vargas. Un crimen que nos hizo voltear la cara, como si de una cachetada nuestra sociedad reafirmara que además de un fútbol mediocre, tenemos que soportar y convivir con la violencia de aquellos que viven de ese fútbol... y no solo hablo de las barras.

En este blog no se va a olvidar lo que pasó, porque probablemente en los medios y la gente, la indiferencia y poca memoria irán tomando sus lugares habituales. Aquí estaremos pendientes de si la justicia cumple con su deber, porque será la forma de contribuir a esa obligada lucha contra la violencia.... pero sin más violencia, con propuestas.

En el último numero de Caretas, leí un artículo sobre el tema y me llamó la atención el hecho concreto de que en Inglaterra, además de una serie de medidas que obviamente han dado resultados, se aplicaron 35 cademas perpetuas a hinchas violentos causantes de muertes de terceros.

Simple, legislación especial y penas aplicadas sin que les tiemble la mano. Se puede hacer en el Perú? pues sí, debería hacerse. Pero a la par de propuestas que incentiven a los jóvenes integrantes de esas barras a un comportamiento donde se excluya de raíz los hechos violentos, sin necesidad de dejar de alentar y disfrutar del fútbol.

Esta es la idea, aún a riesgo de los destructores que no simpatizan con nada que no se les haya ocurrido a ellos... pues bien, ya la dirigencia (como me cuesta llamarlos así!) y los políticos han acordado el empadronamiento o carnetización (imprescindible), de los hinchas integrantes de una barra.

Una vez que esto se realize, la dirigencia y los hinchas empadronados tendrán muchísimo cuidado y los ojos muy abiertos con aquellos que se les unen en la tribuna y que eventualmente caminan con ellos por las calles. Ante cualquier incidente violento, la legislación adecuada los haría responsables.

Es aquí donde las barras empezarían a jugar su propio torneo.

Puntos a favor (se podría establecer una escala del 1 al 10), un par de ejemplos: aliento incondicional a sus equipos durante los partidos, llegada y salida de los estadios sin provocar ningún incidente con la población, en fin, cualquier cosa digna de rescatarse en la conducta de las barras, podría otorgar una determinada cantidad de puntos.

Puntos en contra: obviamente cualquier hecho violento dentro o fuera del estadio, cánticos agresivos contra el rival, arrojar objetos al campo, amenazar jugadores, etc. Un hecho violento o daños a la propiedad privada, deberían significar la descalificación de la barra para ese año, independientemente del castigo que la ley imponga a los responsables.

Cuál sería el premio o los premios?, hay que pensar en temas atractivos para que esos jóvenes se sientan atraídos por la idea de ser la mejor barra del año. Se me ocurre que un premio importante sería sortear entre los empadronados del ganador, 5 entradas, pasajes y estadía para una final de Libertadores o Copa América, por ejemplo.

Todos esos puntos se tendrían que tratar y acordar con el apoyo de todos.

Si aún así, no se logra nada, pues a seguir el ejemplo de Inglaterra y otros países, que los resultados se verán después de 3 o 4 condenas ejemplares... se los aseguro.

... la opción es de ellos.