Nunca en la historia el deporte peruano había ganado Medalla de Oro Olímpica, en algún deporte colectivo. Ayer eso cambió, Perú ganó su primer oro de la historia en fútbol (si! el fútbol), categoría sub-15 en el marco de los II Juegos Olímpicos de la Juventud, desarrollado en la ciudad de Nankín (China).
Por esa razón, histórica, debemos resaltar el logro alcanzado por estos jóvenes. No seamos mezquinos en eso. Cierto que en esta disciplina solo participaron 6 países y observamos que ninguno de renombre o tradición futbolística. Probablemente por eso, olvidando lo que somos realmente en el fútbol, cuestionaremos varias cosas: que si Islandia representa realmente a Europa, que si Cabo Verde y Vanuatu asistieron por invitación; que Honduras? que Corea del Sur? e incluso, que Bolivia haya ganado el oro en este mismo torneo, en la edición del 2010. Puede ser, pero conforme pase el tiempo y estos Juegos que reúne a jóvenes de todo el mundo entre 14 y 18 años, cobre fuerza, la historia dirá que Perú fue medalla de oro en fútbol, en el 2014. Ello merece reconocimiento y gratitud.
Hasta ahí, nada más.
Es entonces que suenan las alarmas, las que suelen ignorar los protagonistas del esporádico logro y su entorno cercano. Mareados, obnubilados y confundidos por titulares de prensa, ágapes, agasajos y homenajes desproporcionados en un país sediento y carente de triunfos deportivos, dan el primer paso hacia el abismo de la REALIDAD que espera por ellos; la verdad de todo, la reincidencia de siempre.
La que suele cambiar `el oro por latón´.
Mientras la dirigencia FPF hace su aparición en escena para ganar dividendos y promocionar su permanencia en las próximas décadas; cómo ayer con el asesor legal (!?) de la `Federación Burga´ en el programa de Jaime de Althaus, deberíamos hacernos algunas preguntas:
¿El éxito de JJ Oré en menores es resultado de un trabajo planificado y desarrollado por la FPF?
¿Qué es, y cómo funciona `Creciendo con el fútbol´ y/o `Desafío 2020´?
¿Se busca un estilo de juego o filosofía de trabajo, idéntico en todas las divisiones?
¿Será que JJ Oré es solo una isla en medio del océano de incertidumbre que es nuestro fútbol?
¿Porqué en el torneo sub-12 realizado en Lima en Junio, las diferencias fueron tan grandes?
Cabrían muchas otras preguntas. La web de la Federación habla ahora de un plan estratégico 2009-2020, y el proyecto `Creciendo con el fútbol´ inició, supuestamente, el 2005. ¿Están articulados de alguna manera? ¿Se envía a los mejores técnicos al extranjero para actualizarse en lo último en formación técnico-táctica de menores? Probablemente no, se que ofrecen un curso virtual aquí en Lima pero no creo que sea suficiente. De cualquier forma, todo es muy vago, poco claro, y la prensa investiga poco y cuestiona menos.
A todo esto, sean verdades, medio verdades o falsedad total, hay algo particular, urgente y casi exclusivo de nuestro fútbol, el trabajo mental y psicológico en nuestros jóvenes. Mientras eso no se ponga por delante o se haga de forma transversal en la formación de menores, con gente capacitada específicamente para eso, seguiremos viendo un torneo penoso y deprimente, con alguna que otra `joven promesa´ que va y viene a clubes del extranjero de 2da. y 3ra. línea. Seguiremos viendo los mundiales sin participar, alimentado el arca del sponsor de turno solo para confirmar que seguimos haciendo todo mal; y eventualmente, hacer nuestra pequeña y patética fiesta para celebrar el próximo Nankín.